Cuando hablamos de nuestra materia y decimos que esta oculta al profano. Intentamos llamar la atención de nuestros congéneres al hecho ilusorio universalmente extendido que ve en la abstracción del pensamiento un fenómeno ajeno a la materia misma.
Nuestra madre es ponderable por doquier, retornar a la inmediatez de su contacto es volver a captar la unidad de la existencia, escindida en dos luego de aquello que se conoce como, nuestro pecado original y la caída del viejo adam…
Nuestro vaso es la porción de materia dado a nuestro cuidado y entregado a la dependencia de nuestro arbitrio por la infinita potencia del creador.
Allí es donde el imperio de nuestros sentidos se pone en marcha con la tarea. Y donde ya iluminados, diferenciamos el vivir cotidiano del hombre en tinieblas de aquello que llamamos,... nuestra cocción filosófica.
Yerran los que creen que pueden prescindir del laboratorio y que la Mater alquimia puede ser solo una empresa del espíritu...Solo que, primero se debe descubrir la naturaleza de nuestra materia, después… conocer el vaso, y en fin, la naturaleza secreta de nuestro fuego.
Nuestra materia caótica entonces, es el primer secreto, develar su misterio es el primer e imprescindible paso que el hijo de Hermes debe dar, revertir el pensamiento y devolver a la creación la magnificencia de su velo, materno y femenino…
