28 abr 2010
PROCREATRIX
La evolución no existe como movimiento gradual y uniforme a través de adquisiciones sucesivas, el aparente movimiento evolutivo es el desarrollo de un potencial ya establecido, cuando ese potencial se agota es necesario un movimiento inverso para fijarlo y determinar un nuevo campo potencial.
El hombre no puede abarcar la amplitud del movimiento cósmico porque el participa de ese movimiento. Los campos potenciales son nuestras matrices. Solo la detención de la mente racional invierte el movimiento humano en un estado estático de suspensión.
Entonces los movimientos determinados de la percepción se muestran como son; como movimiento estático, fuera del tiempo, fuera de todo punto de referencia, cosa imposible para el movimiento concebido por la mente.
Al movernos y desarrollarnos según ese movimiento uniforme aparentemente lógico, nos apartamos continuamente de la ley cósmica que es un simple latido de contracción y expansión.
Por eso acciones que hasta un punto dan grandes resultados, se transforman luego en factores de destrucción y son obstáculo para nuevas conquistas, el verdadero adelanto no puede ser medido lógica y objetivamente porque es el desarrollo de campos potenciales.
La progresiva conciencia del movimiento simple nos permite tras sucesivas destilaciones, el hacernos dueños de un número indeterminado de campos potenciales, al salto definitivo que da nuestra conciencia es a lo que llamamos… nuestra piedra filosofal.
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