Nuestro caos elemental es ese estado de vacío donde todas las potencias del ser se predisponen para arrojarse en la forma, en esa oscuridad de sentido se gesta la magia de nuestra obra.
El ingreso a ese caos, depende de una actitud de humildad indecible ante el conocimiento, y mas allá de lo que creemos saber, Este pierde sus alcances y sus limitaciones…
Entonces en el vacío de la mente se establecen las jerarquías del conocimiento....el yo se reubica en el sitio que le corresponde, y la naturaleza ofrece su espejo al artífice...
Caos y Cosmos son las palabras que usamos solo para designar la fase de la mente en la cual nuestras identificaciones parecen habernos anclado.
Nuestro Cosmos, es esa actitud de reverencia ante lo desconocido del mundo, que por nuestra entrega religiosa, se despliega en una multitud de sentido...Orden y color…
Nuestra obra entonces, desde el principio hasta el final es solamente ese constante reubicar la actitud de nuestro ser,..Ese hilo que nos llevara sin peligro a la consecución progresiva de la piedra solar.